Perder peso y estar más saludable sin renunciar a tus comidas favoritas es relativamente sencillo. El primer paso es identificar (¡y dejar de cometer!) 3 errores principales que frenan a muchas personas mayores.
Me llamo Suzan. A la edad de 72 años, pesaba 88 kilos, y mi historial médico presentaba un cuadro lamentable.
Desde ir al baño a subir y bajar las escaleras… hasta entrar en una tienda, jugar con mis nietos o cocinar para mi marido… todo me resultaba agotador.
Cada vez que me subía a la báscula, me prometía cambiar. Sin embargo, cada noche me pillaba picoteando y pensando demasiado en mi salud.
La única razón por la que puedo hablar abiertamente de este periodo de mi vida es que fui capaz de revertir el deterioro de mi salud.
Ahora me queda bien la ropa que no me pude poner durante años. Y lo he conseguido sin pasar hambre, sin restringir mis opciones alimentarias, sin contar calorías ni vigilar mis carbohidratos.
A lo largo de los años, probé docenas de planes de dieta, pero no pude mantener ninguno a largo plazo. Siempre recaía y volvía a los malos hábitos que me llevaron a la mala situación en la que me encontraba.
Ahora me doy cuenta de que estaba cometiendo 3 errores importantes que me frenaban. Lo sé porque una vez que dejé de cometerlos, pude perder peso para siempre. Hice progresos constantes cada semana sin experimentar estancamientos.
Todo comenzó cuando una íntima amiga me habló de un nuevo programa de adelgazamiento para personas mayores.
Según ella, le ayudó a perder peso de forma constante y rápida sin mucho esfuerzo. Uno oye hablar de estas cosas y piensa que es demasiado bueno para ser verdad, que es marketing, que me están vendiendo algo. Pero esto me lo decía mi amiga, no un desconocido. Y ella insistió en que funcionaba de verdad.
Así que lo intenté, pensando que perdería un kilo o dos.
No estaba preparada para experimentar los resultados que obtuve. No solo bajé de peso y lo mantuve, sino que mi pérdida de peso fue sin mesetas desmotivadoras.
No exagero mis resultados. Mis desgastadas articulaciones se sienten más fuertes y menos rígidas. Me despierto con mucha energía. Puedo mantenerme erguida y moverme con más gracia y fluidez.
Aún me queda mucho camino por recorrer, pero se ha notado la diferencia desde las primeras semanas. ¡Es una sensación muy positiva!
Me encantaría que todas las personas de mi edad pudieran experimentar esto. La libertad y la alegría de saber que la mejor parte de tu vida no ha pasado, sino que acaba de comenzar.
Les contaré todo lo que necesitan saber sobre el programa que mi amiga compartió conmigo, pero antes, quiero compartir 3 grandes errores que sabotearon mi progreso a lo largo de los años.
Seguía todas las “nuevas” dietas que se hacían populares. La mayoría de estas dietas populares me recomendaban dejar de comer ciertos tipos de alimentos, como carbohidratos.
Tenían un enfoque genérico o estándar. No estaban pensadas específicamente para mí. Por eso no pude mantenerlas.
Me desperté un día y dije basta. Se acabó. Tengo que hacer un cambio en serio, con determinación, con compromiso, y eso es exactamente lo que hice.
Decidí seguir un plan dietético personalizado con asesoramiento profesional. Así me aseguré de darle a mi cuerpo todo lo que necesitaba para mejorar.
Esta sencilla decisión me ayudó a controlar y eliminar los antojos y a reducir al mínimo la alimentación emocional.
Lo único que conseguía era abusar más tarde. La verdad es que no hay alimentos “malos” cuando se come con moderación. Por ejemplo, uno de mis bocadillos favoritos es el chocolate.
Cada vez que me ponía a dieta, intentaba dejar de comer chocolate. Pero esto me hacía desear el chocolate aún más. No podía dejar de pensar en él.
Esto me llevó a comerme una chocolatina entera (o tres) de una tirada.
Desde que empecé el nuevo programa que mi amiga compartió conmigo, he dejado de luchar contra los alimentos que me gustan. Esto no sólo ha sido una bendición para mi salud mental, sino que también está funcionando muy bien para mi cintura.
Tras décadas de dietas de ida y vuelta, por fin he encontrado el término medio entre comer lo que me gusta y seguir una dieta sana y equilibrada.
Estaba convencida de que mi estilo de vida me había hecho mucho daño. Que era demasiado tarde para sentirme sana y feliz.
Ahora sé que es posible estar más saludable y perder peso. Sólo se necesitan las herramientas adecuadas.
Por supuesto, no me refiero a esos remedios rápidos o elixires que se ven en las revistas o la televisión. Suelen estar pensados para las masas y, desde luego, no para las personas mayores. Las personas de mi edad tienen un metabolismo más lento y se enfrentan a diversos problemas de salud, por lo que nuestras necesidades son diferentes.
La solución es una rutina diseñada para adaptarse a tus necesidades nutricionales individuales. Una rutina que también te permita disfrutar de los alimentos que más te gustan.
Es una de las formas más seguras de perder peso y disfrutar de una vida más sana.
La forma en que cambié mi salud fue a través de Perfect Body, que me dio un plan de pérdida de peso personalizado basado en mi edad, peso, historial de salud y alimentos favoritos.
Todo lo que hice fue responder a un sencillo cuestionario gratuito.
Lo que recibí fue exactamente lo contrario de las dietas genéricas que no dejaban de decepcionarme. Nutricionistas profesionales adaptaron mi plan a mis necesidades específicas.
La aplicación lo hace todo por mí. Lo que antes me frustraba, como hacer un seguimiento de las calorías, el recuento de macros y la planificación de las comidas, ahora la app lo hace todo por mí.
Además, puedo elegir entre miles de recetas personalizadas que se preparan en menos de 15 minutos, y también tiene consejos sobre cómo comer fuera de casa sin muchas complicaciones.
Sí, los primeros días fueron un poco más difíciles, pero todo fue mucho más fácil cuando mi cuerpo se adaptó. Me encanta el menú, me encantan las recetas, me encantan las listas de la compra, me encanta cómo vigilan mis calorías y planifican mis raciones por mí.
Sobre todo, me encanta sentirme saciada cada día. Ya no tengo que depender de la fuerza de voluntad ni lidiar con antojos constantes. Es fácil controlar el apetito. ¡Y la comida es deliciosa!
Es como si tuviera un nutricionista personal en el bolsillo que me mantiene centrada, responsable y motivada en todo momento.
He probado muchos otros programas de pérdida de peso en mi vida, pero juro que este es diferente. Y no evagero. Es muy fácil. He recomendado Perfect Body a mucha gente.
Encontré esto en el momento exacto en que lo necesitaba. Casi como si fuese el destino. Realmente cambió mi vida. Me veo y me siento más joven y saludable por dentro y por fuera.
Me levanto cada mañana y me siento bien despierta en lugar de cansada. Puedo realizar tareas sencillas que hace unos meses me parecían difíciles.
Y siempre que mis amigos o familiares me invitan a eventos y viajes divertidos… ¡digo que SÍ!
Gracias por tu comentario
Si lo pones en práctica correctamente, solucionará muchos de tus problemas. Haz lo que dicen y no mires atrás
Me encanta el menú. Fácil de cocinar y delicioso. Se lo he recomendado a mucha gente.
Como nutricionista, compré esto esperando ver un plan de comidas genérico. No podía estar más lejos de la realidad. A pesar de incluir todas las opciones de alimentos que seleccioné durante el cuestionario, el plan de comidas final que hicieron para mí en la aplicación está muy bien pensado. Voy a tratar de seguir esto durante unas semanas y ver cómo me siento solo para actualizar mi opinión aquí, pero mi impresión actual es que este programa puede funcionar para todo aquel que lo siga (y realmente hacen todo lo posible para asegurarse de que es fácil de seguir).